El Lobas Global Atac Oviedo no cambiará de director de orquesta en la temporada 2025-2026. Manolo Díaz continuará un año más entrenando al equipo carbayón, en el que iniciará su novena campaña ampliando así una exitosa etapa en la que brillan con luz propia los ascensos conseguidos a División de Honor Oro y a la Liga Guerreras Iberdrola.

«Es como mi casa ya», reconoce Manolo Díaz, que destaca el ambiente «familiar» del club. «Todos tenemos una misma forma de pensar, salgan bien las cosas o salgan peor», explica, «entonces qué mejor sitio que éste».

Ésta no es una renovación más para el técnico natural de Cangas del Narcea, que llegó al Lobas Global Atac Oviedo en 2017. Porque con esta renovación Manolo Díaz se convierte en el entrenador que más temporadas consecutivas ha estado al frente del conjunto azul. «Para mí es un motivo de orgullo y una alegría enorme», asegura, apuntando la coincidencia con una efeméride importante. «En mi novena temporada el club va a cumplir 40 años», señala, dando gracias especialmente a «nuestro presidente y fundador Javier Elósegui» perfilando «un equipo que es santo y seña en el balonmano asturiano».

Manolo Díaz se muestra «muy satisfecho» con la campaña que acaba de terminar. Recuerda que era «una temporada difícil en el inicio» debido a los cambios en la plantilla y a la tremenda competitividad de la División de Honor Oro. «Creo que ha sido de las Ligas más competidas, se puede ver en los puntos y en la cantidad de equipos que optaban hasta el final a estar metidos en posibilidad de ascenso», comenta, valorando que «hemos ido desarrollando el trabajo muy bien durante todo el año» y sobre todo que «el equipo ha podido reponerse de los momentos malos».

En el próximo curso el entrenador azul piensa mantener su librillo, «basado en una idea fundamental que es el trabajo de equipo». La meta es «ser capaces de competir en todo momento y en toda circunstancia y además darle a la jugadora a nivel individual un espacio para que se muestre en todo su esplendor». Manolo Díaz ve prematuro marcarse objetivos clasificatorios porque «hay que ver cómo están las plantillas y cómo arrancamos» e incide en la importancia del carácter competitivo. «Tenemos muy claro que el único objetivo es competir al máximo nivel», sentencia.